La autoestima es la visión más profunda que tenemos de nosotros mismos;  influye sobre las decisiones y elecciones significativas que tomamos y  modela el tipo de vida que llevamos.

Constituye la suma integrada de auto confianza y auto respeto. Es el convencimiento de que uno es competente para vivir y que merece ser feliz. Confiar en nuestra capacidad para  afrontar los desafíos de la vida. Sentirnos dignos, valiosos.

“La autoestima es el sistema inmunitario del alma.” Leía estos días en un artículo, y me parecio una muy buena metafora, la autoestima podríamos decir que funciona como el  sistema inmunológico de la conciencia, otorgando resistencia, fuerza y  capacidad de ayudarnos a recuperar la salud emocional.

Cuando la autoestima es baja, nuestra capacidad de enfrentar las adversidades de la vida bajan. Nos caemos frente a las adversidades y nuestro sentido de propio valor disminuye. Una autoestima saludable nos hace buscar esos pequeños cambios que nos permiten enfrentar las dificultades. Una bue­na au­toes­ti­ma per­mi­te en­fren­tar di­fi­cul­ta­des, no ser de­ma­sia­do in­fluen­cia­ble an­te la mi­ra­da de los otros, so­bre­vi­vir a los fra­ca­sos y de­si­lu­sio­nes, sen­tir­se dig­no de ser ama­do.

Cuida tu sistema inmunitario emocional puedes empezar por darte cuenta de como son tus pensamientos. Los pensamientos que guardas en tu mente moldean la persona en la cual te convertirás, influyen en tus decisiones a corto y largo plazo y en tus determinaciones diarias, cuida tus pensamientos.

Recuerda: Pensamientos positivos provocan emociones, sentimientos y acciones positivas.

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