«Si juzgas a las personas no tienes tiempo para amarlas”
Madre Teresa
Palabras que valoran, palabras que favorecen el aprendizaje.
La importancia del lenguaje es vital para el ser humano nos permite establecer comunicación con otras personas y así vivir en comunidad.
El lenguaje tiene una gran influencia para potenciar o desilusionar. La forma en que hablamos y las palabras que empleamos tienen un gran poder. Nos comunicamos con nuestras palabras, gestos y tono de voz, aprender a comunicarnos es vital, nos ayuda a formar lazos, a convivir y a crecer y madurar como personas. Nos construimos con el otro.
Cuidarnos unos a otros es esencial.
A veces podemos caer en el hábito de fijarnos más en lo que no nos gusta y acostumbrarnos a la queja y la crítica.
Una crítica destructiva dirige hacia el otro etiquetas y descalificaciones, generalizaciones, desvalorización, culpa y reproche.
El exceso de críticas destructivas lleva a sensaciones de resentimiento y distancia entre las personas.
Lo que diferencia una comunicación apreciativa es la mirada, cómo esa mirada nos lleva a apreciar y valorar no sólo lo que vemos sino el potencial que pueda residir en el otro.
Hay una tarea que podemos practicar, mejorar la mirada, revisando lo que tenemos tendencia a percibir, y aumentando la perspectiva.
¿Qué quiero ver en el otro?
¿Quiero ver lo que le falta, aquello que no me gusta o no coincide con mi forma de ser o quiero ver tu potencialidad, tu capacidad?
¿Quiero ver el mal momento el mal resultado o quiero hacerte llegar que confío y que podemos aprender junt@s?
El lenguaje apreciativo nos ayuda a encontrar más y mejores soluciones, aumenta la confianza y la capacidad para aprender de los errores.
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