La asertividad es una habilidad de comunicación que nos permite expresar los sentimientos, actitudes, deseos y opiniones de un modo directo, firme y honesto, respetando al mismo tiempo los sentimientos y actitudes, deseos, opiniones y derechos de otras personas.
La comunicación asertiva se sitúa en un punto intermedio de otras tres formas de comunicarse:
- Comunicación agresiva:este estilo de comunicación se presenta cuando no somos capaces de respetar las ideas o actuaciones de los demás.
- Comunicación pasiva:es un estilo en cual la persona no defiende sus intereses, consiente que terceros decidan por él/ella o no comenta sus sentimientos verdaderos y no expresa un desacuerdo.
- Estilo asertivo:Cuando la comunicación es asertiva, significa que nuestros intereses o puntos de vista es igual de importante que los de otra persona.
¿POR QUE NO SOY MAS ASERTIV@?
Nos educaron en la idea de que siempre debíamos intentar satisfacer y priorizar a l@s demás, que no era correcto anteponer nuestras propias necesidades por encima de las de l@s otr@s, y que cuando alguien decía algo que no nos gustaba debíamos callar.
Pero junto a la educación recibida, existen también otros factores que pueden determinar que no nos comportemos habitualmente de forma asertiva.
1. Una baja autoconfianza
Recuerda que cuando no defendemos nuestros derechos estamos invitando a l@s demás a que nos traten de esa misma forma.
2. Porque estás estresad@ o nervios@
Cuando estamos estresado es habitual que actuemos sin pensar y terminar expresando las emociones de forma agresiva o incluso extremadamente pasiva, como si nada tuviera ya importancia.
Por fortuna la asertividad es un comportamiento que se puede aprender y mejorar.
Por encima de todo, el «recurso de recursos» somos nosotr@s mism@s: nuestro pensamiento, nuestra conducta y nuestras emociones son nuestro campo de entrenamiento, aprender a observar nuestra conducta, poner atención más en lo que podemos aprender a hacer de manera diferente, que en cómo tiene que comportarse l@s demás.
La mitad de nuestros problemas en la vida pueden ser identificados por haber dicho que si demasiado rápido o por haber dicho que no demasiado tarde.
Josh Billings
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