En 1960 Edward Lorenz estudiando el comportamiento de la atmósfera, detecto que la más mínima variante  llevaba a grandes diferencias en las predicciones  climatológicas decía “Si agita hoy, con su aleteo el aire de Pekín una mariposa, puede modificar los sistemas climáticos de N.Y. el mes que viene”

Siguiendo esta línea de pensamiento, piensa de qué manera tu conducta, tus emociones, tus pensamientos y tus actitudes, son capaces de influir en los de otros y en el mundo. Pequeñas modificaciones pueden ocasionar grandes cambios.Por ello, si tomamos conciencia y comenzamos a cambiar nuestra manera de relacionarnos con nosotros mismos, con los que nos rodean, dándole la importancia que tienen los pequeños actos cotidianos, los pequeños cambios en nuestra vida, podemos influir  positivamente en el futuro.

Para tener el mundo que queremos, podemos comenzar precisamente por pequeños cambios a nivel personal, una decisión sin importancia aparente podrá generar un efecto considerablemente grande a medio o largo plazo en nuestra propia vida y en la de los demás.

Nuestro pequeño “aleteo” puede hacer, quizás agitar el corazón y la vida de alguna persona.

 

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