“Lo quiero Ya” ¿Cuántas veces habremos oído a nuestr@s hij@s esta frase. Vivimos en un mundo donde la publicidad, el estilo de vida al que hemos legado nos empuja a la impaciencia todo debe ser fácil de obtener, todo tiene que ser ya.

Tenemos que recordar que no nacemos siendo pacientes, más bien, todo lo contrario, los bebés no llevan bien la sensación de insatisfacción, lloran cuando tienen hambre o quieren atención.

Poco a poco van aprendiendo que, aunque tarde un poco más, finalmente les darán de comer o le prestaran atención.

La paciencia hay que entrenarla.

 

La paciencia es la actitud que nos ayuda a poder soportar contratiempos y dificultades. Según la filosofía, podría ser definida como: «la constancia valerosa”

Aun cuando a l@s niñ@s, cuando son pequeños, les es difícil   entender este concepto es muy importante para un buen desarrollo educar la paciencia.

En un mundo donde, cada vez más, se quieren resultados inmediatos la paciencia es una fuerza poderosa y una virtud protectora que les permitirá atravesar situaciones adversas sin derrumbarse, que les enseñará a postergar la gratificación, que fortalecerá su capacidad de frustración.

Algunas ideas que nos ayudaran a educar la PACIENCIA.

  • Cuida tu EJEMPLO

La paciencia  se aprende con el EJEMPLO.La paciencia, como otros valores que debemos transmitir a los niños se aprende mediante el ejemplo. Ejercita tú también la paciencia y serás un referente a imitar.

  •  Introduce pequeños MOMENTOS DE ESPERA

No acudas al momento a resolver un problema (siempre que no sea grave). Pide al niño que espere, primero unos segundos, y después un minuto o dos, según vayamos avanzando en edad.

Y recuerda la paciencia es una virtud PROTECTORA.

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