¿Qué pasa si nos desconectamos de nuestras emociones?
Cuando nos desconectamos de lo que estamos sintiendo la mayoría de las veces no nos damos cuenta hasta que la emoción se hace oír a través de nuestro cuerpo, sensaciones de vacío, nerviosismo, problemas físicos, dolores, insomnio, nos señalan de manera más o menos intensa que hemos perdido ese contacto íntimo con nuestras emociones y descuidar esta conexión sin duda tiene un precio.
El problema es que podemos sentirnos abrumad@s por nuestras emociones, como si en lugar de una brújula para orientarnos en nuestro viaje diario nos paralizaran o nos dejaran cansados y agotad@s. Las estrategias que utilizamos consciente o inconscientemente para evitarlas nos alejan de nuestro equilibrio personal y generan conflicto con nosotr@s mism@s y con los demás.
«No corras, ve despacio, que adonde tienes que ir es a ti solo»
Juan Ramón Jiménez
Conectar significa unir, establecer una comunicación. Escuchar nuestro cuerpo, nuestras sensaciones, nuestros síntomas como mensajes, tener en cuenta la inteligencia del cuerpo y de las emociones.
Cada persona puede buscar en su interior la sensación de estar conectada. Estar en contacto con un@ mism@ es como mantener un ancla que permite mantener la calma para poder escuchar y gestionar nuestras emociones.
Para ponernos en contacto con nosotr@s mism@s podemos hacernos estas preguntas:
– ¿Qué estoy sintiendo?
-¿Dónde lo estoy sintiendo?
-¿Cómo lo estoy sintiendo?
Una emoción nos sitúa a cada un@ en el presente, nos permite darnos cuenta de lo que vivimos y sentimos en este instante concreto. Una información que nos puede ayudar a vivir más plenamente.
CADA EMOCIÓN LLEVA UN MENSAJE.
Ver las emociones como mensajeras que nos traen información muy valiosa sobre nosotr@s mism@s puede ayudarnos a escuchar y conectar con cada una de nuestras emociones.
Practica cada día la escucha de tus emociones y añadirás calma y salud a tu vida.
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