Piensa un momento en las siguientes peguntas. ¿Evitas cualquier sufrimiento y tropiezo a tus hij@s? ¿Estás siempre ahí para mitigar sus errores?
Casi todos los padres y madres contestamos con un rotundo SI.
Reflexiona un poco más, ¿no crees que un exceso de protección puede hacer que nuestr@s hij@s crezcan como adultos inseguros y dependientes?
Tenemos miedo a que sufran, a que no sean capaces o a que se sientan frustrados y hundidos por no alcanzar sus metas, tratamos de evitarles experiencias que nosotr@s vivimos. También nos cuesta sobrellevar que se equivoquen y fracasen. Es difícil dejar fracasar a un hijo, aunque es imprescindible. SI me has leído bien, imprescindible.
De la misma forma que se les enseña a leer y escribir y resolver problemas matemáticos también se les debería guiar en el desarrollo de ciertas habilidades que les servirán a lo largo de sus vidas para aprender a sentir, pensar y actuar con autonomía y responsabilidad, con respeto hacia sí mism@s y hacia los demás.
Como pueden aprender y madurar si no aprender a afrontar sus errores y equivocaciones.
He aprendido que las mejores lecciones vinieron de mis mayores errores. G. Chahal
Cometer errores es el paso previo al aprendizaje. A lo largo de su vida enfrentarán momentos difíciles, tendrán fallos y equivocaciones y para poder superarlos será muy importante la actitud que adopten ante esas circunstancias, ¿no crees que necesitan practicar como enfrentarse a los momentos difíciles?
Educar es una tarea a largo plazo, donde nuestra labor fundamental es facilitar que nuestr@s hij@s desarrollen herramientas por sí mism@s, porque eso es lo que les servirá para enfrentar la vida.
Cuando los padres y las madres permitimos que nuestr@s hij@s afronten sus equivocaciones estamos reforzando una autoimagen de seguridad, enseñándoles a manejar la tolerancia a la frustración que tan necesario les será en su vida.
Fomentar la autonomía.
Que dependan de ell@s mism@s para resolver problemas y buscar soluciones en la vida en general. Si no les dejamos hacerlo, deducen que el esfuerzo lo tenemos que realizar los padres y madres y que no son ell@s los que deben afrontar los retos diarios.
Cada vez que sobreprotegemos a nuestr@s hij@s les impedimos que entrenen sus habilidades. Si resolvemos las cosas por ell@s, terminaremos por tener hij@s que no sepan resolver las tareas de la vida cotidiana llegando a pensar que no son capaces sino estamos cerca para ayudarles.
Contribuye a su desarrollo personal, recuerda:
“No les evitéis a vuestros hijos las dificultades de la vida, enseñadles más bien a superarlas”
Louis Pasteur
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