Padres y Madres imperfectos.
Leía esta semana una entrevista que hacían a Gregorio Luri, filósofo y educador que afirma: no hay familias perfectas y anima a los padres y a las madres a que cada mañana, en el desayuno, se presenten ante sus hijos con la cara descubierta como unos padres orgullosamente imperfectos.
Y es que cómo vamos a educar a nuestros hij@s si creemos que no sabemos, que no podemos.
Educar es permitirles descubrir quién quieren ser y luego sobre todo que se sientan satisfechos de sí mism@s. Cuando crezcan, deberán ser capaces de llevar su vida adelante, de mantener relaciones satisfactorias y mutuamente enriquecedoras.
Recordemos que somos los padres modelos de vida. De nuestras actitudes depende que aprendan las lecciones más importantes para sus vidas, mucho más que las palabras es importante nuestro ejemplo.
«Los hijos aprenden de nuestras convicciones más que de nuestros consejos»
Las reflexiones de Luri me parecen importantes porque si perdemos nuestra confianza como padres, si no nos sentimos motivados será mucho más difícil la tarea.
Somos modelos, pero no modelos perfectos, sino como dice Luri insensatamente imperfectos.
Tenemos acceso a libros, manuales y expertos que nos dicen y aconsejan, por encima de todo confía en ti mism@, eres el mejor padre y la mejor madre para tus hij@s, valórate para que ell@s aprendan a valorarse, ten el coraje de equivocarte para que ell@s aprendan que más grave que equivocarse, es no aprender nada de la equivocación.
“no solo no tenéis que arrepentiros de ser lo que sois, sino que estáis de enhorabuena porque la perfección, no existe, y reconocerlo nos facilitará mucho las cosas.»
Si quieres leer más de este autor te animo a buscar su libro “Elogio de las familias sensatamente imperfectas” donde nos da las claves para encontrar ese perdido sentido común.
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